Cuando un cachorro adoptado llega a casa, acaba de abandonar el nido donde nació y vivió los primeros meses de su vida.
Ese cambio, aunque es natural (de la misma forma que un niño crece y también abandona el nido), puede también ser experimentado como un shock emocional por parte del cachorro.
Por lo tanto, hay que prepararle un recibimiento caluroso para que la transición se desarrolle lo mejor posible: ¡mira cómo preparar la casa para un cachorro!
Cómo preparar la casa para la llegada de un cachorro
Uno de los puntos recomendados para preparar la casa para un cachorro y que supervisarlo sea más fácil, es utilizar "corrales" para perros pequeños.
Es una inversión que puede costar cara y que sólo utilizaremos durante algunos meses, pero si entra en tus posibilidades, merece la pena. Además, es un producto que se puede revender fácilmente, en particular a los adiestradores, que los utilizan en cantidades industriales.
Otros instrumento útil y más económico sería una pequeña puerta (como las que se utilizan para los niños pequeños), que permite darle un espacio al cachorro, como una habitación en la que no se sienta encerrado.
Para llegar a “limitar” el espacio del perro dentro de la casa, podemos intentar convencerlo de que se trata de su guarida, haciéndolo pasar ahí algunos momentos de su día a día.
Primeros días cachorro en casa
Tras preparar la casa para un cachorro, llega el momento de recibir al animalito. A su llegada, el cachorro tiene que quedarse al lado de la familia, hay que darle mimos y dejar que explore su nueva casa.
Llevar un cachorro al hogar para dejarlo en el jardín de inmediato (incluso si le preparamos un lugar excepcional) es una crueldad, dejar al “joven” perro solo y desorientado puede causarle tristeza en su nueva situación.
Sin duda, justo cuando cruce la puerta de la casa, cualquier cachorro, sean cual sean su raza o tamaño, recorrerá con su hocico todas las partes partes de la casa: deja que lo haga para que puede familiarizarse lo mejor posible con su nuevo hábitat.
Si esto empieza a ser exagerado o sus exploraciones se convierten en una “invasión” o existe el riesgo de que rompa alguna cosa, lo podemos parar diciéndole “¡No!” de forma contundente, para después desviar su comportamiento y a continuación ejecutar una actividad positiva, como un juego.
Una vez que la exploración de la casa ha terminado, el perro puede parecer sobrepasado y empezar a llorar: hay que prestarle atención, y tener en cuenta que pueden pasar unos días hasta que se acostumbre a su nuevo hogar.
Sobre todo, no hay que cogerlo rápidamente en los brazos al más mínimo gemido, ya que se puede convertir en un hábito difícil de corregir posteriormente.
⛔ Ten cuidado al coger en brazos al cachorro: Una mano bajo el pecho y la otra sobre las nalgas; al levantarlo por las patas hay riesgo de que se produzca algún daño o forzar una postura desagradable par él cuando es tan pequeño.
Qué necesita un cachorro al llegar a casa
En el momento en el cual el cachorro llegue a casa, hay que encontrarle un rincón que esté adaptado para él, que de preferencia tenga:
- una pequeña alfombra
- un cojín o una canasta (en función de su tamaño)
- dos tazones (de acero preferiblemente)
- algunos juguetes
Al principio es mejor no utilizar una canasta de mimbre, ya que el cachorro la pueda roer y los trozos de mimbre pueden causar daños en el sistema digestivo del animal: mejor una cama que no presente este riesgo.
Cómo escoger los mejores juguetes para cachorros
No hay que dejar a disposición del cachorro algunos juguetes que pueden ser peligrosos para él, como pelotas o muñecos. Estos deben utilizarse sólo en presencia del amo, para que representen una recompensa para el perro.
Al crear una expectativa de juego en el cachorro podemos enseñarle cualquier ejercicio; por el contrario, si se acostumbra a tener las pelotas alrededor, las verá como un objeto "banal", del que puede disponer cuando él quiera, y no estará especialmente predispuesto a “trabajar” para obtenerlo.
Se trata, por tanto, de juguetes “recompensa”, con un gran valor emocional para él. Los juguetes para roer, se pueden dejar a disposición del cachorro, pero recuerda:
- Hay que elegir juguetes adaptados al tamaño del perro (si son muy grandes, los perros pequeños ni siquiera podrán agarrarlos).
- También hay que tener en cuenta que los huesos de “chuchería” también aportan alimento, por lo que deberá “descontarse” de su ración diaria.
Cómo recibir un cachorro en casa
Después de preparar la casa para un cachorro, una vez que el perrito está en casa y se está adaptando, hay algunas reglas que se deben tomar en cuenta.
Para empezar, nunca hay que molestar al cachorro cuando está en su guarida (algo que habrá que explicar muy bien a los niños, si los hay): así terminará siendo para él un área de reposos, a la que acudirá por el mismo en seguida.
La puerta debe estar abierta o cerrada de forma alterna, e ir aumentando la frecuencia para cerrarla con el paso del tiempo: rápidamente el perro no se sentirá encerrado, sino que lo verá como un refuerzo para su tranquilidad.
Este tipo de recursos (encerrar al cachorro) pueden ser útiles para la educación de un perro, pero no son indispensables, e incluso está contraindicado utilizarlos sistemáticamente cuando no estamos en casa para evitar que rompan cosas.
Hay que paliar estos problemas tratando la causa (como puede ser la necesidad de mayor actividad física o de salir a pasear a la calle) y no la consecuencia (la destrucción).