Es habitual que los gatos, al igual que otros mamíferos, tengan gases. Los gases, también llamados flatulencias, en el gato suelen ser inodoros. Si son malolientes, indican que la digestión no se está llevando a cabo correctamente.
¿Los gatos se tiran gases? ¿Es normal?
Los gases son el producto de la fermentación de las bacterias.
- Si en el intestino hay una flora bacteriana equilibrada, la digestión será de mejor calidad y se producirán pocos gases. Aún así, es habitual que se produzca cierto número de estos.
- Si la flora intestinal de nuestro gato no es la adecuada, habrá más bacterias malas que buenas, produciéndose así más gas durante la digestión.
Mi gato se tira muchos gases, ¿está enfermo?
Como comentamos, si percibimos que nuestro gato tiene muchos gases y éstos son malolientes hay que vigilar de cerca al animal. Aunque cabe resaltar que el hecho de tener gases no tiene porqué significar que haya algún problema, pero la recomendación es prestar atención a otros síntomas. En caso de que alguno de ellos coincida con las flatulencias, se debe acudir al veterinario.
Otros síntomas que pueden coincidir con los gases son:
- Vómitos y/o náuseas.
- Diarrea.
- Falta de apetito.
- Debilidad.
- Dolor abdominal y/o abdomen hinchado.
- Ruidos abdominales y/o cólicos.
- Pérdida de peso.
Los gases de mi gato apestan, ¿qué le pasa?
Lo más habitual es que las flatulencias sean consecuencia de una dieta inadecuada, pero hay otras causas.
1. La dieta de tu gato no es la adecuada
- Los gatos son más carnívoros que omnívoros. Su intestino está más adaptado a las proteínas de origen animal.
- Si la alimentación es muy rica en hidratos de carbono o grasas, la digestión será mucho más lenta que si tiene más proteína. Este hecho hará que el alimento fermente en el intestino y se fabrique más gas.
- No es recomendable darles lácteos porque son más difíciles de digerir. Aquí te damos más información al respecto.
- Es importante que el gato no tenga acceso a la basura para que no pueda ingerir alimentos inadecuados o en descomposición.
- Un cambio brusco en la alimentación también puede acarrear una mayor producción de flatulencias.
2. El gato come muy deprisa
Por estrés o competencia con otros animales, puede ocurrir que nuestro gato esté comiendo con mucha rapidez. De esta manera, no mastican bien e ingieren el alimento casi entero.
La digestión va a ser más larga y costosa. Las razas braquicéfalas como el persa tragan mucho aire al comer debido a su anatomía y son más propensos a tener gases.
3. Problemas o enfermedades gastrointestinales en gatos
Enfermedades como la pancreatitis, la enfermedad inflamatoria crónica intestinal, una alergia alimentaria, o un proceso tumoral, pueden provocar que los alimentos no se digieran correctamente.
4. Las bolas de pelo producen gases en los gatos
En épocas de muda, los gatos pierden mucho pelo. Al acicalarse, como tienen pinchitos en la lengua, el pelo se queda enganchado y se lo tragan.
Si la cantidad de pelo que ingieren es muy alta se pueden formar bolas de pelo. Estas bolas de pelo pueden provocar desde una alteración leve en el tránsito hasta una obstrucción intestinal.
5. Parásitos intestinales en gatos
Debido a que alteran el tránsito intestinal se producirán más gases y posiblemente diarrea.
6. El estilo de vida de tu gato
Un gato muy sedentario tendrá un tránsito más lento. Al pasar más tiempo los alimentos en el intestino, se producirá más gas. Es también importante que no coman justo después de hacer ejercicio.
Cómo eliminar los gases de mi gato
Aparte de tratar cuando aparecen, es muy importante la prevención. Como la causa más habitual de las flatulencias excesivas es la dieta, la mejor manera de prevenirlas es con una buena alimentación.
La mejor dieta que podemos ofrecer a nuestro gato sería:
- Equilibrada. Con más cantidad de proteína de origen animal que de cereales y la grasa justa.
- Evitar lácteos y otros alimentos que no deben consumir, como dulces o frutos secos.
- Repartir la comida en varias tomas diarias. Si conseguimos que el aparato digestivo se mantenga activo y se ingieren cantidades moderadas de alimento, facilitaremos mucho la digestión.
- Evitar cambios bruscos en la dieta.
- Alimentación especializada para problemas digestivos. Compuesta de proteínas nobles y fáciles de digerir.
También nos puede ayudar:
- Desparasitación según el calendario establecido por el veterinario.
- Ofrecerles malta de manera rutinaria un par de veces por semana para ayudar al tránsito intestinal y evitar las bolas de pelo.
- Probióticos. Hoy en día hay muchos preparados comerciales a base de bacterias beneficiosas para el intestino. Suelen ser muy palatables y se añaden diariamente a su comida para regenerar la flora intestinal, disminuyendo así la aparición de flatulencias.