Aunque humanos y perros han coexistido durante siglos, aún existen aspectos importantes del comportamiento canino que a muchos tutores nos cuesta entender.
El quejido, por ejemplo, es uno de ellos. ¿Por qué mi perro se queja de repente o empieza a lloriquear?
¿Por qué mi perro se queja de repente?
Comprender lo que se esconde detrás de este comportamiento es esencial para garantizar su bienestar.
A continuación, abordamos los casos más habituales en los que el llanto de nuestro canino puede resultar más desconcertante.
Mi perro llora por la noche
Si tu perro se queja de repente por la noche, el llanto podría estar relacionado con un cambio reciente que lo haya perturbado.
Esta reacción también puede deberse a la llegada de un nuevo miembro en la familia.
Asimismo, el quejido puede ser un indicador de soledad, ansiedad o simplemente de que el animal quiere hacer sus necesidades.
Si el problema persiste y no sabes a qué puede deberse, es recomendable que lo consultes con un veterinario para dar con la causa de este comportamiento.
¿Por qué mi perro llora cuando lo saco a pasear?
Que tu perro gruña o lloriquee cuando salís a pasear puede deberse a varios motivos.
En el caso de los cachorros, es frecuente que se muestren emocionados por salir a caminar, ya que habrá muchos estímulos, como olores, vistas y sonidos que captarán su atención.
Sin embargo, el animal también podría estar sintiendo malestar (debido al ritmo del paseo, por ejemplo), ansiedad o simplemente necesidad de atención.
Considera si hay algún factor ambiental, como temperaturas extremas, entornos desconocidos o encuentros con otros perros, que puedan estar causándole estrés al animal.
Mi perro llora en el coche
Si tu perro se queja en el coche, podría estar emocionado por el trayecto o todo lo contrario.
La formación adecuada y crear asociaciones positivas (con premios, empezando con trayectos cortos...) pueden ayudar a que se sientan más cómodos.
Mi perro mayor se queja de repente
Al igual que los humanos, los perros pueden experimentar cambios físicos y de salud a medida que envejecen, por lo que es natural preocuparse cuando un perro se queja de repente.
Un perro mayor sin problemas de salud diagnosticados y que lloriquea sin causa aparente podría estar experimentando ansiedad por separación o incluso un deterioro cognitivo asociado a la vejez, denominado disfunción cognitiva canina.
Los perros mayores también son propensos a padecer artritis y otras enfermedades relacionadas con el dolor, las cuales pueden tratarse con asesoramiento veterinario.
No dudes en pedir cita en tu clínica para descartar un problema asociado con la edad.
Mi perro se queja de repente y llora cuando ve gente
Es común que algunos perros sobrerreaccionen al saludar a las personas debido a la emoción, y que en ese estado de alta excitación, pierdan el control. Para prevenir esta excitación excesiva, es importante socializar al animal desde cachorro y enseñarle cómo gestionar esta interacción.
Mi perro se queja de repente: soluciones
Si tu perro se queja de repente y no puedes hacer que pare, es importante hablar con tu veterinario para descartar cualquier problema de salud. Una vez confirmado su bienestar, examina el contexto en el que ocurre el llanto.
- Mi perro se queja de repente durante los paseos: el entrenamiento puede ser útil para abordar los problemas de comportamiento y enseñarle a tu perro a caminar tranquilamente con correa sin estirarla ni mostrarse brusco. Los refuerzos positivos también pueden ser efectivos; por ejemplo, llevar sus juguetes favoritos y tomar descansos breves.
- Mi perro se queja en el coche: en muchas ocasiones, proporcionar una jaula adecuada, juguetes familiares y un ambiente tranquilo en el vehículo puede aliviar su ansiedad. Si el problema persiste, es recomendable buscar el consejo de un/a conductista animal.
- Mi perro mayor se queja de repente: introducir técnicas de entrenamiento suaves y crear un espacio cómodo y seguro, por ejemplo, con una jaula o cesta acogedora, puede ayudar a aliviar parte de esta ansiedad.
- Mi perro se queja de repente delante de la gente: espera hasta que tu perro se calme antes de interactuar con él. Enseñarle a sentarse o a prestar atención a tus manos durante los saludos o dirigir su atención hacia su juguete favorito puede resultar útil.
¿Debemos ignorar a un perro que lloriquea?
Es esencial considerar el contexto: ¿mi perro se queja por estrés o por causas emocionales? Si es el caso, ignorarlo podría empeorar la situación.
Sin embargo, en ciertas situaciones (y tras haber descartado problemas de salud), ignorarlos puede ser la opción más apropiada para corregir manías y comportamientos indeseados.
En resumen, abordar la causa desde la raíz, con la ayuda de un profesional veterinario/a si fuese necesario, es esencial para encontrar la solución más apropiada.