Gastritis en perros: síntomas y causas

La gastritis es un término médico que se refiere a la inflamación del estómago. 

Teniendo en cuenta esta referencia, la gastritis en perros puede tener muchos orígenes.

No obstante, la palabra gastritis se emplea de forma incorrecta para designar una enfermedad. El término, en ocasiones, se malinterpreta ya que puede referirse tanto a patologías leves como graves.

¿Qué es la gastritis?

En el ámbito científico de la medicina, las palabras que terminan por -tis corresponde en su mayoría a inflamaciones, por ejemplo:

• Gastritis: inflamación del estómago.
• Enteritis: inflamación del intestino.
• Meningitis: inflamación de las membranas (meninges).
• Cistitis: inflamación de la vesícula.
• Etcétera.

Una inflamación es la reacción de un tejido de cara a un estímulo irritante: en general, hay una hinchazón local (edema) con dolor.

Cualquier cosa que provoque la inflamación de un tejido causa una inflamación: choques, quemaduras -tanto térmicas como químicas-, infecciones causadas por micro-organismos...

Por lo general, la gastritis en perros se manifiesta con nauseas y vómitos.

Es importante visitar a un doctor desde el momento que notes que tu perro presenta los síntomas de la gastritis, sobre todo si se trata de vómitos.

En ocasiones, la irritación y la inflamación que sufre el animal es tan importante que existe un micro-sangrado en las paredes del estómago: los vómitos pueden de color rosado, e incluso rojos, dependiendo de la importancia del sagrado (también puede que exista una úlcera, es decir un agujero en el revestimiento del estómago).

Síntomas de gastritis en perros

Los síntomas de la gastritis en perros pueden variar, pero algunos de los signos más comunes incluyen:

• Vómitos frecuentes, especialmente después de comer.
• Pérdida de apetito o rechazo a comer.
• Letargo o falta de energía.
• Dolor abdominal, que puede manifestarse como gemidos, quejidos o una postura encorvada.
• Babeo excesivo.
• Diarrea.
• Pérdida de peso.
• Sangre en el vómito o en las heces (esto puede indicar una gastritis más severa o una úlcera, como se mencionaba antes).

Ante cualquiera de estos síntomas de gastritis en el perro, es importante llevarlo al veterinario para un diagnóstico adecuado y tratamiento.

Causas de gastritis en perros 

Aquí es donde el problema se vuelve complejo, ya que las causas de la gastritis en perros pueden ser muy diversas.

Algunas de las principales son:

• Alimentaria: por alguna alergia, trastorno microbiano o un alimento que cayó pesado.
• Infecciosa: el perro contrae una enfermedad que le provoca náuseas y vómitos. 
• Tóxica: el perro se intoxica con alguna sustancia nociva.
• Mecánica: el perro se traga algún objeto y esto le produce una gastritis.
• Metabólica: por algún problema con un órgano interno que como efecto secundario desencadena gastritis en el animal. 
• Tumores.

Tipos de gastritis en perros

Se suelen distinguir dos casos de gastritis en perros: 

1. la gastritis aguda, que se instala en el cuerpo del animal en menos de 48 horas.
2. la gastritis crónica, que permanece durante semanas.

Causas de la gastritis aguda en perros y gatos

• Alimentaria: se debe a un trastorno microbiano (por ejemplo, el perro que bebe agua estancada y vomita cuando llega a casa) o por culpa de un alimento que no dirigiere bien (normalmente esto se debe a un cambio de alimentación, por ejemplo cuando tu mascota comienza una nueva dieta).
• Infecciosa: el perro contrae una enfermedad que le provoca náuseas y vómitos. 
• Tóxica: cuidado con esta causa, porque los vómitos suelen ser el primer síntoma visible de una intoxicación.
• Mecánica: es una de las causas más difíciles de diagnosticar, puesto que estamos hablando de un cuerpo extraño. Los perros son glotones y en ocasiones tragan cosas que no deberían. Generalmente, esta ingesta no causa problemas, pero basta con que un objeto no pase para que se desarrolle una catástrofe.

La gastritis crónica en perros y gatos

La gastritis crónica se define cuando un animal vomita regularmente y durante mucho tiempo. La frecuencia de sus vómitos y su evolución son determinantes a la hora de realizar un diagnóstico. 

• Alimentaria: esta vez no está ligada a la intolerancia puntual, pero sí en un periodo de tiempo largo. Se puede hablar de alergias alimentarias, pero en la práctica, no se vincula a un alimento específico. El diagnóstico se hace por eliminación, cambiando la alimentación del animal y observando si mejora.
• Infecciosa: ciertas enfermedades pueden provocar gastritis a largo plazo, como las enfermedades virales (parvovirus o moquillo) o las que son provocadas por los parásitos.
• Metabólica: este es un problema ligado a un órgano interno que como efecto secundario desencadena vómitos en el animal. Generalmente, está vinculado a los riñones, el hígado o el páncreas.
• Tumores: no importa si el tumor está precisamente en el estómago o en otros lugares del cuerpo. Los vómitos pueden convertirse rápidamente en un síntoma crónico, dependiendo del tipo de tumor y la localización del mismo. 

Cómo curar la gastritis en perros

Naturalmente, el tratamiento de la gastritis en perros depende enormemente de su causa.

Es muy importante no detener los síntomas y llegar realmente hasta el diagnóstico. No siempre es evidente, ante tantos supuestos, en ocasiones hay que ser paciente porque los primeros exámenes que se realizan al animal no revelan la causa de manera evidente.

Y los exámenes pueden llegar a ser numerosos:

1. Análisis de sangre: por un lado, se miden las células sanguíneas (glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas) y por el otro, los marcadores bioquímicos del cuerpo. Esto permite saber muchas causas posibles porque es una prueba rápida, pero depende mucho del examen clínico y de otros síntomas. 
2. Imágenes: radiografía, ecografía y, en ciertos casos, escáner. Estos exámenes permiten ver directamente el cuerpo del animal. Muy a menudo se propone una radiografía ante la sospecha de que el perro tiene un cuerpo extraño, incluso si no siempre es posible ver el objeto en los rayos X.
3. Análisis de laboratorio: son tan numerosos como diversos, estas pruebas son exámenes para verificar ciertas hipótesis después de haber realizado el examen clínico. Permiten, por ejemplo, encontrar un microbio, pero también medir el grado de malignidad de un tumor.

En general, para solucionar el problema se debe eliminar el origen del desequilibrio que presenta el animal: eliminar el microbio, quitarle el cuerpo extraño, etcétera.

Pero mientras que la causa sea desconocida, la terapia tiene como objetivo curar al animal.

En primer lugar, como tratamiento de la gastritis en perros se le pueden dar antieméticos, un fármaco que impide los vómitos.

Hay que recordar que existe un círculo vicioso alrededor de los vómitos: los jugos gástricos (ácidos) queman la membrana mucosa y refuerzan las náuseas. Por lo tanto, es necesario detener los vómitos antes de que generen una úlcera gástrica.

De forma paralela, podemos darle un protector de estómago que mantendrá a raya la mucosa gástrica y la protegerá contra la acidez de los jugos gástricos. Esto va a disminuir un poco la inflamación del estómago.

Generalmente, el inicio de este tratamiento se hace durante 12 horas de ayuno para que la mucosa descanse y se cicatrice.

Es muy importante entender que el tratamiento de la causa es indispensable. De lo contrario, los vómitos pueden regresar cuando terminemos de darle a nuestra mascota el tratamiento.

No intentes un tratamiento para gastritis en perros en tu casa si no estás seguro de la causa, puesto que existe el riesgo de ocultar los síntomas reales del problema y desencadenar un problema mayor.