Doctora Stephan, ¿por qué los perros pequeños necesitan una alimentación específica?
Existe la creencia errónea de que los perros mini necesitan menos calorías que los perros grandes. Si hablamos de la cantidad de comida que los perros pequeños necesitan, el consumo energético del animal es un factor decisivo: los perros pequeños pueden ser verdaderas bolas de energía con un alto consumo de calorías.
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A esta elevada actividad, se unen otros factores como una alta tasa metabólica, una temperatura corporal superior a la de sus homólogos más grandes y un mayor consumo de energía.
En determinadas circunstancias, los perros pequeños queman una cantidad más elevada de calorías. En épocas de frío consumen más calorías y, además, el hecho de tener patas cortas que los acercan al suelo hace que aumente su pérdida de calor.
Por lo tanto, es importante, especialmente en climas fríos, asegurarse de que nuestros “minis amigos” tengan un adecuado aporte calórico en forma de comida. Además, los alimentos deben ser consecuentes con sus condiciones anatómicas específicas.
Los dueños de los perros pequeños suelen tener problemas a la hora de elegir la cantidad y la consistencia adecuada para sus canes. Entonces… ¿Cuál es la mejor consistencia de la comida para perros pequeños?
La masticación de un chihuahua no es diferente a la de un doberman o san bernardo, excepto que en el caso del chihuahua tanto los caninos como todo el sistema de masticación tienen un formato robusto en miniatura.
Esto significa que un perro mini puede tener la misma “fuerza de masticación" que sus congéneres más grandes. Sin embargo, es importante que el alimento seleccionado tenga un formato reducido y se divida en piezas más pequeñas.
Se trata de cortar en trozos pequeños o finamente picados para que pueda caber tanto en la boca como en el esófago fino de los perros más pequeños. Asimismo, el tamaño de los snacks o golosinas debe adaptarse a sus condiciones anatómicas.
¿Qué ingredientes debe contener la comida de los perros mini? ¿Hay algún ingrediente que no recomiende como veterinaria?
La dieta de los perros pequeños se debe basar en dos pilares fundamentales. El primero es incluir materias primas de máxima calidad en la receta de la comida. El segundo es contar con ingredientes que facilitan su digestión.
Un menú especialmente diseñado para perros pequeños debe ser rico en energía, fácilmente digerible y sin cereales. Los alimentos de alta digestibilidad se procesan rápidamente sin ejercer demasiada presión sobre su pequeño tracto digestivo.
Como los nutrientes de los alimentos digestibles se absorben de manera más eficiente, el estómago y los intestinos se conservan mejor.
No recomiendo cereales e ingredientes difíciles de digerir porque estresan innecesariamente el sistema digestivo. Desde el punto de vista veterinario, un buen alimento de fácil digestión y sin cereales es la mejor elección.
Dice que los perros pequeños no necesitan, siempre, menos cantidad de calorías que los perros grandes. En ese caso, ¿cuánta comida hay que darle a un perro pequeño? ¿Y cuántas veces hay que darle de comer al día?
Las razas de perros pequeños se caracterizan por tener un físico en miniatura. Lo mismo ocurre con su sistema digestivo, que sale de la boca a través de un esófago delgado para terminar en un pequeño estómago de baja capacidad y termina con un intestino corto.
Teniendo en cuenta el alto requerimiento calórico de los perros pequeños, la cantidad de comida debe dividirse en varias porciones de menor tamaño al día. Los alimentos de alta digestibilidad tienen un impacto muy positivo en el estado físico de los perros mini.
La cantidad de comida puede ser algo más de un tercio de la ración de un perro grande, porque los perros pequeños tienen una tasa metabólica muy alta. Por ello necesitan una fuente de energía en forma de alimento en porciones regulares.
Los perros pequeños necesitan varias porciones pequeñas de comida al día. ¿Tiene algún consejo para mantener los alimentos frescos durante más tiempo?
Las latas pequeñas que se abren en cada comida son especialmente prácticas. Una vez abiertas, las latas deben almacenarse en un recipiente hermético en el frigorífico.
Se deben consumir dentro de dos o tres días siguientes a la apertura. Otra opción es congelar y, simplemente, descongelar cuando sea necesario.
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