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Displasia de codo en perros
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Displasia de codo en perros: tratamientos efectivos

Por Paula Rodríguez Veterinaria

Actualizado el

La displasia de codo en perros se trata de una enfermedad hereditaria, que afecta a etapas del desarrollo del perro y que presenta distintas formas de manifestación. 

El mal desarrollo o afección de distintas estructuras óseas dentro de la articulación del codo, hace que el ensamblaje entre ellas sea anormal, por lo que el movimiento normal está bloqueado y el animal siente mucho dolor.

El resultado final es el desarrollo de artrosis en la articulación con todos los problemas asociados.  

Causas de displasia de codo en perros

Lo primero de todo es conocer a qué nos referimos con “displasia de codo”. Se trata del mal ensamblaje entre los huesos que conforman la articulación del codo (húmero-radio-cúbito) debido a un mal desarrollo durante la etapa de crecimiento, o como consecuencia de una mala alimentación donde hay un déficit óseo, sobrepeso e incluso, un traumatismo. 

La enfermedad comienza con un cuadro de artritis (inflamación articular) que con el tiempo evoluciona a osteoartritis (degeneración articular). La displasia de codo adopta distintas formas, dependiendo de las partes del hueso/cartílago afectadas.

cachorros de pastor aleman
Es fundamental observar a los cachorros ©Shutterstock

Se considera displasia cuando ocurre una de ellas, aunque pueden darse varias formas al mismo tiempo:

  • Displasia de codo por No Unión del Proceso Ancóneo (PANU). Se debe al déficit de osificación del cartílago de crecimiento en una de las porciones del cúbito.

  • Displasia de codo por Fragmentación del Proceso Coronoides (PCF). Suele ser la presentación de la enfermedad más común. En este caso, ocurre la fractura de una prominencia ósea en el cúbito que afecta a todo el aspecto medial (interno) de la articulación, por lo que también se conoce como Síndrome del Compartimento Medial.

  • Displasia de codo por Osteocondritis Disecante del cóndilo humeral (OCD). Ocurre una osificación anormal del cartílago de crecimiento en el húmero, que da lugar a pequeños fragmentos dentro de la articulación produciendo su muerte celular. 

  • Displasia de codo por Incongruencia articular (húmero-radio, húmero-cúbito). Se trata de una malformación ósea que resulta en asimetría entre los huesos del codo. 

La displasia de codo en perros se trata de una afección muy ligada a razas. Suele aparecer en animales de tamaño grande/gigante que tienen un crecimiento rápido.

Razas de perros con riesgo de displasia

Las razas genéticamente predispuestas a padecer displasia de codo son el Pastor Alemán, Labrador, Rottweiler, San Bernardo, Boyero de Berna, Mastín, Gran Danés, entre otras.

Puede darse de forma unilateral o bilateral (un solo codo o ambos) y hay estudios que demuestran la prevalencia en hembras. 

san bernardo foto bonita
Los perros de raza San Bernardo son dados a sufrir esta dolencia  ©Shutterstock

Tratamientos para la displasia de codo en perros

Antes de comenzar a pensar en un tratamiento, un veterinario debe confirmar la presencia de enfermedad a partir de un examen físico completo y un examen ortopédico, además de realizar pruebas complementarias como radiografías, artroscopia, TAC y/o resonancia magnética. 

También es fundamental la observación en casa para poder detectar ciertos síntomas que indiquen la presencia de la enfermedad.

Cachorros con displasia

En esta afección, es frecuente observar a cachorros en crecimiento (entre los 4 y 5 meses) que evitan hacer ejercicio, muestran alguna cojera e incluso dolor. Aunque a estas edades es posible sospechar de displasia de codo, el diagnóstico confirmatorio no se puede realizar hasta que el animal tiene un año de edad. 

En cuanto al tratamiento, nos encontramos ante dos opciones principales: el tratamiento quirúrgico vs el tratamiento no quirúrgico.

Tratamiento quirúrgico

La decisión de entrar en cirugía se basa en la situación individual del paciente, el grado de displasia y la antigüedad de la lesión.

Dependiendo del tipo de displasia que esté presente (PANU, PCF, OCD o Incongruencia) la técnica quirúrgica será diferente. Algunas resultan más agresivas que otras, por lo que los tiempos de recuperación son variables.

Entre ellas encontramos la osteotomía del cúbito, retirada de fragmentos, fijación interna y/o externa de la articulación, etc.

El pronóstico va a depender de multitud de factores aunque, la antigüedad es el más determinante. Si todavía no han ocurrido cambios degenerativos, el pronóstico será bueno, en cambio si ya se ha instaurado la artrosis, la movilidad de la articulación se verá comprometida. 

Junto con el tratamiento quirúrgico, se debe comenzar con medicación para control del dolor y con fisioterapia si queremos favorecer la recuperación y el éxito de los resultados. 

Tratamiento no quirúrgico

En ocasiones, se decide no entrar a cirugía ya sea por la edad del paciente, artrosis secundaria avanzada o porque la sintomatología es mínima y no es necesario operar.

Para ello se establece un plan terapéutico enfocado de la siguiente manera:

  • Controlar el dolor. Se pueden administrar antiinflamatorios y analgésicos para reducir la sensación de dolor y proporcionar confort al animal. También podemos optar por combinar terapias naturales como la acupuntura o la fitoterapia. 

  • Suplementación. Una buena idea es nutrir el cartílago articular para ralentizar su degeneración. Para ello podemos utilizar condroprotectores. 

  • Control de peso. Es fundamental evitar la obesidad, ya que la sobrecarga en la articulación sólo acarreará más problemas y resultados negativos en la terapia. 

  • Fisioterapia y rehabilitación. Es muy importante incluir un plan de fisioterapia como método conservador o tras la cirugía ortopédica. Esto mejorará los resultados al mantener la musculatura del animal y su condición física, que ayudará en el control del dolor. Puede resultar muy recomendable la hidroterapia para perros, así como un buen plan de rehabilitación para ayudarlos en casa.

En definitiva, la displasia de codo en perros es una afección muy frecuente, sobre todo en ciertas razas predispuestas. Esta enfermedad aparece en etapas de crecimiento, aunque la sintomatología puede aparecer en la edad adulta.

Este artículo es meramente informativo, por lo que es fundamental el asesoramiento veterinario para establecer un diagnóstico definitivo. Recuerda, un buen pronóstico va a depender de una atención temprana del problema, para poder establecer el plan terapéutico cuanto antes.

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