La opacidad o nebulosidad en los ojos de un perro a medida que envejece se considera una condición normal, pero también puede ser un indicador de problemas más serios.
Antes de analizar el origen y tratamiento de los ojos nublados en perros, ten en cuenta que los problemas oculares suelen requerir diversas pruebas y medicamentos tópicos, por lo que su tratamiento nunca debe realizarse en casa sin la supervisión de un profesional veterinario.
Ojos nublados en perros: ¿qué son?
Los ojos nublados en perros se refieren a la presencia de opacidad o nebulosidad en la superficie ocular, lo cual puede afectar la claridad visual del animal.
Esta condición puede ser causada por diversas razones, que van desde procesos naturales asociados con el envejecimiento hasta problemas más graves en la superficie o dentro del ojo, como úlceras, cataratas o glaucoma.
Los cambios en la apariencia del ojo pueden no ser motivo de preocupación, pero siempre deben ser controlados por un veterinario, sobre todo antes de aplicar cualquier tratamiento en los ojos del animal.
Causas de los ojos nublados en perros
Desde cataratas hasta glaucoma, existen diversos problemas que pueden causar la pérdida del brillo natural en los ojos de tu perro. A continuación, exploramos algunas de las causas más comunes de la opacidad ocular.
Cataratas
Las cataratas a menudo se inician como pequeñas áreas opacas en el ojo y progresan hasta afectar a todo el cristalino. Diversas causas pueden provocar cataratas:
- Envejecimiento.
- Diabetes: acumulación de exceso de azúcares en el cristalino, provocando ojos nublados en perros de forma rápida.
- Glaucoma o presión alta en el ojo: aumento de la presión ocular, que contribuye al desarrollo de cataratas.
- Uveítis: inflamación severa de las partes internas del ojo.
- Lesión o traumatismo ocular: golpes o lesiones pueden desencadenar la opacidad del cristalino.
- Luxación del cristalino: el cristalino se desplaza de su posición habitual y puede quedar atrapado, a menudo a través de una pupila estrecha, lo que puede afectar a la visión del animal.
Las razas de perros predispuestas a desarrollar cataratas, tanto de forma congénita (es decir, el cachorro nace con ellas ya formadas) como con el tiempo, incluyen: golden retrievers, schnauzers miniatura, westies, bichons frisés, bobtail, poodles, boston terriers y spaniels.
Aunque el perro puede quedar ciego en el ojo afectado, la mayoría de las cataratas no son dolorosas, y los perros se adaptan rápidamente a la pérdida de visión.
Esclerosis nuclear
La esclerosis nuclear es una neblina azul en el cristalino de perros mayores, lo cual es parte del proceso natural de envejecimiento ocular.
Aunque puede preceder a las cataratas, esto no sucede en todos los perros. Sin embargo, una evaluación veterinaria regular es importante para descartar la presencia de estas últimas.
Ojos secos
El ojo seco, o queratoconjuntivitis seca (KCS), es una afección común en perros causada por la reducción en la producción de lágrimas, lo que produce inflamación.
Algunas razas son más propensas a desarrollar ojos secos, como es el caso de: cavalier king charles spaniel, westie, cocker y springer spaniels, pugs, lhasa apsos, shih tzus y yorkshire terriers.
Los síntomas incluyen ojos rojos, irritados, secos, dolorosos y posible secreción mucosa de color amarillo o verde. El animal puede guñar un ojo o parpadear más a menudo.
Úlceras en perros
Las úlceras en los ojos de los perros pueden ser consecuencias secundarias a patologías del ojo seco o de traumatismos, como rasguños en la córnea. Algunos problemas físicos, como el crecimiento de las pestañas o las anomalías de los párpados, son otra causa común de úlceras.
Los síntomas pueden incluir ojos llorosos, manchas blancas en la córnea o conjuntiva roja (membrana delgada y transparente que recubre la parte blanca del ojo), aunque en algunas ocasiones el animal simplemente guiñe o cierre los ojos.
Las úlceras son dolorosas y los perros pueden intentar frotarse los ojos contra el suelo. Para evitar que la salud ocular del animal empeore, se recomienda el uso de un collar isabelino hasta que se cure la úlcera.
Distrofia corneal
La distrofia corneal es una afección hereditaria que no está relacionada con otros problemas oculares o corporales.
En el caso de las primeras, no suele ser dolorosa, pero puede provocar pérdida de visión a medida que avanza la afección, mientras que la distrofia endotelial puede provocar la formación de úlceras dolorosas.
Glaucomas
Otra causa de ojos nublados en perros es el glaucoma, una afección oftalmológica que requiere atención inmediata para evitar daños irreversibles en la visión del perro.
Algunas razas, como el basset hound o el beagle, tienen mayor predisposición. Los síntomas del glaucoma incluyen parpadeo excesivo y molestia ocular, hinchazón o protrusión (abultamiento) del ojo, tinte azul en la superficie ocular, secreción y ceguera repentina.
Si no te gusta el aspecto de los ojos nublados de tu perro, es crucial buscar atención veterinaria de inmediato para descartar o identificar estos dos tipos de glaucoma, ya que la condición puede ser dolorosa y causar daños irreversibles.
Infección ocular
Al igual que con los humanos, las infecciones oculares pueden ser bacterianas o virales, resultar de objetos extraños en el ojo o manifestarse de forma espontánea.
Entre las distintas formas de infección, la conjuntivitis es una de las más frecuentes, caracterizada por la inflamación y el enrojecimiento de la parte inferior rosada de los párpados, con posible secreción verde o blanca.
Si no se trata, puede causar dolor y aumentar el riesgo de úlceras. Se recomienda concertar una cita con el veterinario/a para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
¿Los ojos nublados desaparecen solos?
Los cambios relacionados con la edad no pueden revertirse, pero la mayoría de los perros pueden llevar una vida feliz y normal, incluso si su visión no es perfecta.
Sin embargo, no es así con las cataratas, que no desaparecen por sí solas y suelen requerir cirugía para eliminarlas y restaurar la visión normal del ojo del perro.
La cura, pues, dependerá de la naturaleza misma de los ojos nublados en el animal y del tratamiento más adecuado.
Ojo nublado en perros: tratamiento
Antes de nada, es crucial recordar que no se debe administrar ningún medicamento, gotas o colirios desinfectantes sin la aprobación de un experto veterinario, ya sean para humanos o animales.
A continuación, analizamos brevemente el tratamiento de las distintas afecciones oculares que pueden provocar ojos nublados en perros:
- Cataratas: si las cataratas se han desarrollado sin causa identificable, no hay gotas ni medicamentos que las hagan desaparecer. En casos específicos, los oftalmólogos especializados pueden considerar la cirugía como opción para tratarlas.
- Esclerosis nuclear: al estar asociada con el envejecimiento natural de los ojos de los perros, no requiere tratamiento.
- Ojos secos: el tratamiento implica estimular la producción de lágrimas con medicamentos. La cirugía puede ser necesaria si el tratamiento médico no es efectivo. Con un control adecuado, la mayoría de los perros pueden llevar una vida normal.
- Úlceras: las úlceras superficiales pueden tratarse con medicamentos tópicos, mientras que las más profundas pueden requerir cirugía.
- Distrofia corneal: no existe ningún tratamiento disponible para esta afección, a menos que haya úlceras resultantes, aunque la mayoría de los perros afectados pueden hacer vida normal.
- Glaucoma: su tratamiento implica el uso de analgésicos y medicamentos, incluido el uso de gotas, para reducir la presión en el ojo.
- Las infecciones oculares: la mayoría se tratan de forma rápida con gotas antibióticas para los ojos (y, en caso de dolor, con antiinflamatorios).
Cuándo acudir urgentemente al veterinario
Dado que los ojos son órganos especialmente sensibles y algunas enfermedades oculares pueden progresar rápidamente, es fundamental actuar con prontitud. El glaucoma, por ejemplo, siempre requiere atención urgente.
Así pues, sobre todo cuando no sabemos qué le pasa al ojo de nuestro peludo o cuál es la causa de los ojos nublados del perro, es crucial llevar siempre al animal a una clínica lo antes posible.