Desde niño has imaginado un perro en tu vida. Lo has visualizado corriendo por el jardín, creciendo y acompañándote en importantes momentos. Pero luego llega la realidad y compruebas que la mayoría de personas viven en un piso.
Vivir en un apartamento no supone impedimento para abrirle las puertas a un perro. Eso sí, deberás tener en cuenta sus necesidades. Por ejemplo, si es un perro activo, es importante el tiempo de calidad para el juego o pasearlo más veces.
Las mejores razas de perro para apartamentos: ¿cuáles son?
Por supuesto, existen razas de perro que encajarán mejor en el estilo de vida de un apartamento que otras. Lo lógico es pensar en perros de raza pequeña por una cuestión de espacio.
Aquí verás 5 razas de perro para vivir en un piso:
- Carlino.
- Yorkshire terrier.
- Galgo.
- Perro salchicha o teckel.
- Bichón maltés.
5 razas de perro para vivir en un piso: fotos y características
1. Carlino o pug
El primero de la lista es uno de los perros más queridos para vivir en un piso. El carlino o pug es un perro de tamaño pequeño, tranquilo y dormilón. Además de ser juguetón y afectuoso, tiene facilidad para socializar y suele ser muy silencioso.
El carlino no necesita mucho espacio y tampoco es especialmente activo dado que se trata de un perro de patas cortas. Este pequeño es una de las mejores razas de perro para apartamentos.
2. Yorkshire terrier
El yorkshire terrier es otro de los perros clásicos para vivir en España en un apartamento. Este perro de tamaño pequeño, de adulto su peso ronda los 3 kilos, es muy hogareño, aunque eso no quita su tiempo de juego y ejercicio.
Suele tener mala fama por los ladridos. Cuando escucha un sonido desconocido, ladra porque es un perro muy nervioso. Pese a ello, en la ciudad el yorkshire está cómodo: es un experto cotilla y en la ciudad hay mucho de lo que estar atento.
3. Galgo
¿Un perro de 25 kilos en un piso? Así es. El galgo también entra en las mejores razas de perro para apartamentos. Necesita sentirse protegido en su hogar, es muy asustadizo, por lo que el cobijo de un piso se plantea como buena opción.
El galgo es una de las razas más maltratadas en España por su uso en la caza. Precisamente la caza hace pensar que el galgo parezca un perro muy activo.
Sí, es cierto que un galgo puede alcanzar los 72 km/h en un tramo de 250 metros, pero no corre todo el día. De hecho, cuando está en casa es un perro muy tranquilo y dormilón: puede llegar a dormir hasta 18 horas sin moverse.
4. Perro salchicha o teckel
Para el teckel, más conocido como perro salchicha, se desaconseja que suba y baje escaleras por las hechuras de su cuerpo: paticorto y en forma de salchicha. Es decir, a esta raza de perro le va perfecto vivir en un apartamento.
El teckel tiende a padecer ansiedad por separación. Es importante gestionar bien sus niveles de actividad para canalizar ese problema. Aquí te explicamos en qué consiste ese síndrome de apego al dueño.
Es muy activo, le gusta mucho jugar, por lo que tendrás que dedicarle tiempo para que desfogue esa energía: buenos paseos, juegos para su estimulación mental y compañía.
5. Bichón maltés
El aspecto dulce y el carácter dócil del bichón maltés conquista para ser elegido como el compañero de piso idóneo. Además de ser de tamaño pequeño, es un perro tranquilo y cariñoso.
Una de las cosas que caracteriza al bichón maltés es el vínculo especial que crea con su humano. Eso sí, demanda mucha atención, no gestiona bien la soledad.
Más razas de perros para convivir en un apartamentos
Perros para pisos que no sueltan pelo
Otra de las cosas que preocupa a la hora de convivir con un perro, es si suelta pelo o no. De las cinco razas de perro que hemos hablado el yorkshire terrier y el bichón maltés son los que apenas sueltan.
En el caso del primero, su pelo se desprende poco. Y en el segundo, aunque puede ser bastante largo, ocurre lo mismo. Además, ambas razas comparten algo en común: su pelaje se considera que es hipoalergénico.
Está bien sopesar este tipo de cosas a la hora de meter un perro en casa. Sin embargo, por encima de ellas están la responsabilidad que suponen y ver si uno es capaz de cubrir las necesidades del perro para que sea feliz.